“Buscando ser la luz de Dios en el mundo”
Isaías 40
Una voz proclama:
«Preparen en el desierto
un camino para el Señor;
enderecen en la estepa
un sendero para nuestro Dios.
4 Que se levanten todos los valles,
y se allanen todos los montes y colinas;
que el terreno escabroso se nivele
y se alisen las quebradas.
5 Entonces se revelará la gloria del Señor,
y la verá toda la humanidad.
El Señor mismo lo ha dicho».
La Jurisdicción Occidental de la Iglesia Metodista Unida tiene la visión de convertirse en un “hogar para todos los hijos/as de Dios, para que todos podamos estar reunidos alrededor de una mesa de reconciliación y transformación”. Algunos nos han llamado desobedientes. Otros afirman que somos profetas por reconocer a las personas LGBTQ + como hijos amados de Dios, bendecir sus matrimonios y ordenarlos para el ministerio mucho antes que la mayoría de la iglesia lo hiciera. La inclusión LGBTQ + es solo una de las formas en que en la Jurisdicción Occidente hemos buscado preparar la mesa para todos los hijos/as de Dios. La Jurisdicción Occidental da la bienvenida a inmigrantes de todo el mundo y ha consagrado a muchos “obispos tales como”: Wilbur Choy, Chino-americano; Roy Sano, Japonés-americano; Elías Galván, Hispanoamericano; Leontyne Kelly, mujer de la raza negra; Minerva Carcaño, Hispanoamericana; y Karen Oliveto, primer obispo en un matrimonio y comprometida con una persona del mismo sexo.
Los líderes Metodistas Unidos en la Jurisdicción Occidental aceptamos la petición de John Wesley de que “seamos de un corazón, aunque no necesariamente de una sola opinión”. Estamos dedicando este año para reconocer, nombrar y celebrar la variedad de ministerios “Donde vive el amor”, no porque tengamos un rincón especial en el mercado del amor, sino porque el amor se ve diferente en cada lugar.
Comencemos por ver dónde vive el amor en los extraordinarios detalles de la historia de Navidad.
El amor vive en una pareja sin hogar, cansada después de un largo día de viaje, que encuentra descanso en un refugio lleno de animales.
El amor vive mientras esta pareja exhausta da la bienvenida al nacimiento de su bebé y lo acuesta en un pesebre.
El amor vive cuando una estrella brilla en el cielo nocturno o cuando desciende una canción del cielo, señalando de que está sucediendo algo nuevo y santo.
El amor vive donde pastores, peregrinos aparecen en la noche, después de ver, de maravillarse y de seguir estos signos de esperanza.
La historia de Navidad nos muestra que donde vive el amor, suceden cosas que nunca creíste posibles. Así como Dios nació en Jesús, Dios también puede morar en nosotros, a medida que crecemos para amar tan maravillosamente como Dios ama, tan extravagantemente como Jesús ama a nuestro prójimo, a los extraños y a aquellos que consideramos como enemigos. Esta es una muy buena noticia cuando la gente vive a la sombra de la muerte y bajo el yugo de la opresión. Estemos atento en donde vive el amor.
El amor vive donde una abuela pone su abrigo sobre los hombros de un extraño que esta dormido en un autobús helado.
El amor vive donde un cuidador de la salud sostiene un teléfono inteligente o una tableta para conectar a un paciente moribundo con un ser querido.
El amor vive cuando una iglesia local da la bienvenida a extraños, viudas y huérfanos que buscan seguridad.
El amor vive cuando las personas que están ordenando su sexualidad e identidad tienen un lugar en la mesa de la fe.
El amor vive donde los cristianos viven su promesa bautismal de “resistir el mal, la injusticia y la opresión en cualquier forma que se presenten”.
El amor vive cuando un transeúnte graba una atrocidad violenta y racista en su teléfono para que el mundo la vea. El amor vive en el angustiado grito de justicia y amor.
El amor vive cuando una iglesia ofrece espacio para que las personas evacuadas de los incendios forestales puedan guardar sus pertenencias o alojar a sus mascotas.
El amor vive cuando cualquiera de nosotros encuentra nuestro corazón endurecido abierto y listo para sanar una relación rota.
Que Cristo nazca en esta oscura Navidad. Oro para que Cristo more en sus corazones a través de la fe, mientras están arraigados y cimentados en el amor, para que puedan ser llenos de toda la plenitud de Dios.
Obispo Elaine JW Stanovsky
Área Episcopal del Gran Noroeste
Translated and Adapted to Spanish by:
Rev. Cruz Edwin Santos
Director of Hispanic/Latinx Ministry