Mensaje Episcopal sobre el COVID-19 #9, 10 de Noviembre de 2020
Las circunstancias y los riesgos de COVID-19 varían de un lugar a otro y de tiempo en tiempo. Por lo tanto, el Equipo de Manejo de Crisis de COVID-19 ha adoptado un nuevo apéndice de la Fase 2.1 para Re-imaginar la vida juntos, que abre la posibilidad de reuniones de hasta 25 personas para el culto y otras actividades. En lugares donde los datos muestran un bajo riesgo de propagación del virus, una iglesia u otro ministerio puede presentar un plan de ministerio para su aprobación para pasar a la Fase 2.1 siempre y cuando que el riesgo siga siendo bajo.
Los casos de COVID-19 están aumentando en todo Estados Unidos a lo que un médico de salud pública llamó una “tormenta de fuego furiosa”. El mayor número de nuevos casos diarios de COVID-19 desde marzo ocurrió ayer en Alaska. Los números en Idaho, Oregón y Washington han ido en aumento desde el 8 de septiembre. Este no es el momento de bajar la guardia contra esta enfermedad mortal y altamente contagiosa.
Así que no nos cansemos de hacer lo correcto, porque cosecharemos en el tiempo de la cosecha, si no nos damos por vencidos. Entonces, siempre que tengamos la oportunidad, trabajemos por el bien de todos, y especialmente por los de la familia de la fe.
Gálatas 6: 9-10 NRSV
Aunque los estados no siempre han sometido a las organizaciones religiosas a las mismas restricciones de reunión que a otras organizaciones, he mantenido a los Metodistas Unidos en el área episcopal del Gran noroeste con límites estrictos. Para la mayoría de nuestras iglesias, este no es el momento de aflojar estas restricciones. La mayoría de las iglesias se han movido con éxito con la celebración de adoración y otras actividades en línea, ya sea en vivo o preproducidas. Si yo fuera pastor de una iglesia local hoy, no me movería hacia reuniones en persona más grandes en este momento y no animaría a nuestras iglesias a que lo hagan.
Algunos, sin embargo, están ubicados en áreas sin Internet confiable, algunos no tienen la capacidad técnica y algunos miembros y líderes simplemente no usan ni usaran las opciones de la iglesia en línea.
Esta pandemia, y nuestro conocimiento sobre ella, han crecido y cambiado con el tiempo:
- Desde febrero, la ciencia ha aprendido y enseñado cómo se propaga el virus y cómo limitar su propagación usando máscaras, manteniendo una distancia de 6 pies, limitando la duración de las reuniones, lavándose las manos constantemente y usando desinfectante para manos.
- Hoy mismo escuchamos la esperanza de que una vacuna eficaz estará disponible para fin de año.
- La incidencia y el peligro de propagar el virus es muy bajo en algunos lugares y extremadamente alto en otros, y
- Cuanto más vivamos con restricciones en nuestra libertad de movimiento y reunión, mayor es el riesgo de sufrimiento mental, psicológico y espiritual.
Las iglesias buscan equilibrar el daño causado por la propagación continua del virus y el daño causado al continuar restringiendo las reuniones en persona para la adoración, la oración, el compañerismo y el estudio. ¿Cómo balanceamos el riesgo de propagación y muerte de COVID-19 frente al riesgo de soledad, depresión, desesperación, abuso de sustancias, violencia doméstica y suicidio a medida que pasan los meses, los días se hacen mas cortos, oscuros y el clima nos empuja a estar mas tiempo en el interior de nuestras casas? Ninguna reunión está libre de riesgos, pero a medida que nos esforzamos por equilibrar los daños en competencia, algunas reuniones con prácticas estrictas de seguridad bajo ciertas condiciones pueden ser prudentes.
Fase 2.1 Apéndice a las pautas de Re-imaginando la vida juntos permite que una iglesia u otro entorno ministerial, con el consentimiento de su pastor, presente un plan para realizar reuniones en persona de hasta 25 personas manteniendo la distancia física y usando máscaras faciales para su aprobación por el Superintendente de distrito, en el caso de iglesias locales, o Director de Ministerios Conexionales en el caso de otros ministerios. Todas las iglesias o ministerios, todos los superintendentes de distrito y directores de ministerios conexionales utilizarán datos de www.CovidActNow.org para determinar el nivel de riesgo de su condado, a base a 5 indicadores de riesgo.
Si una iglesia u otro ministerio se encuentra en un condado donde el riesgo está en la zona verde o amarilla, y si el supervisor designado aprueba el plan del ministerio para la Fase 2.1, entonces se le permitirá reunir hasta 25 personas para el culto u otras actividades ministeriales, siguiendo las prácticas aprobadas en el plan. Si una iglesia se ha movido a la Fase 2.1, pero el riesgo informado por COVIDActNow aumenta a niveles naranja o rojo, deberá regresar a los niveles de actividad de la Fase 2.
Lea el apéndice de la Fase 2.1, una opción dentro de la Fase 2
Mientras miramos los informes diarios de una pandemia que está fuera de control y consideramos aflojar las restricciones sobre las reuniones de la iglesia, recuerde estos pensamientos que compartimos en el documento de Re-imaginando la vida juntos:
“A medida que volvemos a entrar en la vida juntos, debemos permitir que nuestro sueño o memoria de comunidad se desvanezca para dejar espacio para que el amor emerja de formas nuevas y diferentes. La tarea que tenemos es re-imaginar la iglesia, todo lo que somos, hacemos, para que podamos ser lo que Dios sueña que seamos. Después de todo, la iglesia no es un edificio; no son puertas ni un campanario. La Iglesia es la gente en ministerio y servicio. Si no podemos hacer este ministerio como lo hemos hecho en el pasado, encontraremos nuevas formas de hacerlo. Vamos a encontrar la manera. Nuestra imaginación puede mostrarnos lo que es posible.“
¡Voy a hacer algo nuevo!
Isaías 43:19
Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta?
Estoy abriendo un camino en el desierto,
y ríos en lugares desolados.
¡Que Dios guíe nuestros pies por el camino de la paz!
Obispa Elaine JW Stanovsky
Área Episcopal del Gran Noroeste
Translated and Adapted to Spanish by:
Rev. Cruz Edwin Santos
Director of Hispanic/Latinx Ministry